18. Café con Iván Orange

Hoy toca café con compañía.

Aunque nos gusta mucho hablar entre nosotras, no está de más ver el punto de vista de personas como tú y como nosotras, que llevan un tiempo con su negocio y saben lo que brilla y lo que no.

Hoy tenemos con nosotras a Iván Orange, de ivanorange.com

Iván se dedica al copywriting y al email marketing, pero hace un porrón más de cosas y hoy nos trae un buen ramalazo de realidad, de emprendimiento y de inspiración.

Prepárate para la dosis, que viene buena y bien cargadita.

¿A qué te dedicas, Iván?

Soy copywriter, y dentro del copy me enfoco en email marketing y en venta directa.

Escribo cartas de venta, emails y todo lo que rodea a esto último, tanto prestando servicios (esto cada vez menos), como a través de productos y cositas propias (cada vez más).

Ahora estoy centrado en desarrollar temas de captación y de hacer crecer audiencias con marca personal; cosa que, en realidad, también influye en las ventas y en la estrategia de negocio.

Cierto, porque una marca personal puede ser la hostia, pero también un pifostio que genere mal rollo aunque a la gente se le llene la boca.

Totalmente. Hay que saber, que no todo vale ni funciona.

A ver, cuéntanos qué es lo más duro, sin brillibrilli, que pasaste al emprender y que se cuente poco

Me gusta que me hagas esta pregunta. De hecho, nunca lo he contado y es algo que adelantaré hoy.

Resulta que mi entrada en el mercado como copywriter fue buena; conseguí clientes bastante rápido después de estar 5 años vendiendo en la calle.

Sin embargo, después de vivir en Cantabria con mi esposa, nos marchamos a Perú, nos trajimos a sus dos niños… y en esa vuelta —que, además, estaría seguida de la llegada de mi hija— estuvo el verdadero reto.

Entonces ya no éramos una pareja; éramos un núcleo familiar, yo generaba los ingresos porque mi mujer no podía trabajar, y lidiar con aquella responsabilidad fue algo muy gordo para mí.

Te hablo del sustento familiar: de cosas básicas, de responder a imprevistos, de tener el respaldo económico para los viajes que se necesiten hacer…

Pasé mucha frustración (ahí aún despegaba, y no tenía mi marca personal tan desarrollada como hoy) y me estresé muchísimo.

No tenía un sueldo para estar tranquilo, y me costaba mucho ser un referente en casa sin transmitir ese estrés de tener que cumplir.

Esto te conllevaría una GESTIÓN EMOCIONAL a saco, ¿no?

Por supuesto que sí.

Y, además, a ello tienes que sumarle la frustración con algunos clientes, la sensación de involucrarte en proyectos que no salen… y el pack completo de empezar, arrancar y sostener todo tú.

La verdad es que esta etapa inicial fue chunga.

Si yo ahora tuviera que decirle a alguien que empieza una cosa, sería muy claro:

«Emprende cuando tengas otro trabajo, no lo hagas tan a lo loco como yo, sino más gradual. Por tu salud mental es mejor soltar una cosa cuando ya tienes otra agarrada».

Hay que comprender que los picos, subidas y bajadas son naturales… y todo suena bonito (y puede serlo, ojo) pero leche, cómo duele cuando te caes y te la pegas.

Lo que está claro es que la incertidumbre te mantiene activo.

Y a mí me resultó más fácil por los años que llevaba vendiendo en la calle (de los 19 a los 25), porque ahí te comes días de no vender nada, de que te ignoren… y, como consecuencia, terminas con una fuerza lo suficientemente alta para, con el tiempo, gestionar y rechazar clientes.

Todo tiene su significado, pero es mejor que no esperes nada ni te hagas expectativas a corto plazo.

Exactamente. Y si además tienes picos por estacionalidad y demás, ojo al dato con la facturación irregular.

Los picos por estacionalidad o los famosos grandes lanzamientos son un peligro real para cualquier negocio.

Tu facturación no debería depender de ello. Y cuidadín también con la rentabilidad, porque no todo es facturación en un lanzamiento grande.

De hecho, mucha gente tiene pérdidas, por ejemplo, invirtiendo 20.000 euros al mes captando leads durante 3 meses, y luego facturando 50.000 con un lanzamiento.

Ya verás. En esto, no hay nada como diversificar ingresos.

Exactamente.

Ahí es donde puedes usar la cabeza para modelar nuevas ideas, y darle forma a tu mentalidad creativa generando oportunidades de negocio.

El foco es probar, fallar y saber que, con cada fracaso, estás más cerca del acierto.

Es justo esto. Emprender viene de lejos, de la negociación, el comercio y el trueque. La clave es no apegarse al resultado y acostumbrarte a la incertidumbre.

A pesar de todo: ¿volverías a emprender? (Dinos alguna bondad de la cara A).

Sin duda. No cambiaría por nada el estilo de vida que tengo.

Me da flexibilidad para cuidar a mi hija si se pone enferma, para irme 1 semana de vacaciones tranquilamente, para cubrir imprevistos, para ayudar a familiares/amigos que lo necesiten, y para poder trabajar desde donde toque.

Eso es libertad para tomar decisiones.

Y es lo que me permite NO perderme la infancia de mi hija.

Al final todo esto EQUILIBRA la balanza, y, sin duda, eclipsa lo malo.

¿Crees que cualquier persona puede ser emprendedor/a?

Creo que todo el mundo puede salir de la «cultura de la nómina», porque la vida es una.

Es decir, puedes tener tu nómina y tener más ingresos, ahorrar e invertir (así es como el dinero crece, de hecho).

Cualquier persona puede emprender para tener ingresos paralelos, aunque sea como hobby.

Sin embargo, todo el mundo no puede vivir de su negocio al 100% porque no tiene mentalidad/motivación/creencia/razón para hacerlo.

Por ejemplo, cuando empecé yo quería volver a Andalucía, y trabajar viviendo en Cádiz con libertad geográfica. Luego vino la motivación familiar que os contaba antes.

Pero, sin duda, necesitas un MOTOR para luchar contra la pereza y la incertidumbre, que te haga mantenerte firme frente a la parte negativa que desgasta.

Por otra parte, no es lo mismo tener un negocio que facturar a un cliente por los servicios prestados.

Y aquí está la clave a la hora de crear un buen producto, que lo pete y que sea la leche.

Desde que me leí $100M OFFERS, mi perspectiva cambió de forma radical.

Y aquí va otro tema que mucha gente confunde: ¿tienes un negocio de verdad, o prestas servicios y dependes de terceros?

Melón.

Enlace al episodio Servicios VS productos (esto para cuando esté publicado, aún está en recámara)

[Nota en off: en esta parte nos metemos un poco con los funcionarios administrativos porque creemos que es la parte más contraria y más opuesta a ser emprendedor. No te la pierdas, que nos quedó muy natural 😂].

Para ir terminando, el invitado anterior, Javi Pastor, te dejó la siguiente pregunta:

Si tuvieras que empezar de cero y no existiera la afiliación, ni la publicidad, ni el email, ¿qué harías? Considera que no tienes presupuesto, ni contactos de los que echar mano.

Jajaja, vaya preguntita…

Yo creo que volvería a salir a la calle a vender. Me iría a los polígonos, dependiendo de dónde está la gente que me puede querer comprar, e iría derecho a detectar problemas y soluciones para crear un discurso de venta analógica de toda la vida.

Pregúntale algo al siguiente invitado/a.

Imagina que tienes que crear un negocio (y eres capaz de hacerlo) con una cantidad de tiempo limitada.

¿Cómo lo sacarías, por ejemplo, en 3 meses, con un modelo de negocio que fuese lo más simple y rápido posible, qué estrategia seguirías para tener ingresos y cómo lo pondrías a funcionar en esos 3 meses (o antes)?

Hala, ahí llevas, siguiente invitado…

¿Dónde podemos encontrarte, y para qué?

En ivanorange.com, en mi lista de correo.

Y si te molan las redes sociales, estoy en Twitter como @ivanorangecopy.

Me encuentras para aprender copy, aprender ventas o delegar alguno de los dos, además de para desarrollar marca personal y aumentar tu audiencia.

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Esther y María